martes, 28 de septiembre de 2010

HIDALGO: El Padre de la patria hecho Hombre...

Es buena. Dije que buena, no una Obra Maestra, no una película perfecta. Bueno, a mi me gustó. Me llenó el ojo... que llevaba vacío. Me cuadró, es amena, disfrutable, la época muy bien recreada: el vestuario, las locaciones, el diseño de arte, etc. La historia es sencilla, no se mete en problemas en las cuestiones hitóricas, sino que se ubica en el año 1790 más o menos, mucho antes de siquiera llegar a Dolores Hidalgo como parróco. Es buena, es "ligera". Para algo "pesado" ahí está Chicogrande, que a algunos les pueda quedar grande; pero la de Hidalgo es más... "comercial", cosa que no es un delito ni un pecado.

Hay quien pueda señalarla como una novela. Pero no lo es. El cine es caro, y realizar una película de época aún más. Y para tratar de recuperar esa inversión sólo se logra que la vea un mayor número de personas que, en este caso, paguen un boleto por verla; ya luego viene el dvd, etc. Y para que llegue y guste a más personas hay que ahacerla AMENA, es decir, hay que meterle romanticismo, humor, una historia que conecte con el espectador... No es una novela. Lo mismo un poco se le achacó a Arráncame la vida, claro, por centrarse más en los amoríos del personaje de Ana Caludia Talancón. Igual aquí, hay quien denuncia la ligereza de Hidalgo por omitir o alterar los Hechos históricos. Error. Esto es una pe-lí-cu-la. Una película es casi por definición una ficción. Una película no es un libro, no es una conferencia, no es un documental si quiera. Y en mi opinión, no tiene por qué apegarse a los hechos históricos reales. Hidalgo se centra en la etapa del sacerdote décadas antes al Grito de Independencia, no habla de las batallas, no se le ve con el pelo cano... aunque hay breves flashfowards donde se ve a Hidalgo y Costilla cuando está apresado en Chihuaha previo a su fusilamiento. Pero esto es una PELÍCULA, no es una clase de Historia y no tiene por qué serlo.

Rn ese sentido, la película está armada como una película jolibudense, guardando toda proporción: Hidalgo es el bueno, defensor de los pobres, un espíritu libre. El villano es la Iglesia, aquí caracterizada por un cura castrante que sólo está fastidiando a Hidalgo. Sí, así está estructurada: el bueno contra el malo, héroe contra villano. Los malos son malos, el bueno es rete bueno... lo cual no es malo. El que sea COMERCIAL no es un crimen ni la hace menos... y menos, una telenovela.

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